Ricardo Bofill.
PA2- Reflexiones: Conocer un arquitecto.
«Sabemos construir ciudades, pero hemos olvidado el arte con que se embellecía nuestros centros históricos. » (Bofill, 2023).
Ricardo Bofill (1939-2022) fue uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX y XXI, conocido por su enfoque innovador, donde fusiona elementos del modernismo, el clasicismo y la arquitectura utópica. Fundó el Taller de Arquitectura en 1963, un espacio interdisciplinario que reunía a arquitectos, ingenieros, poetas y otros artistas, lo cual marcó la base de su visión colaborativa y creativa de la arquitectura.
Bofill veía la arquitectura como un arte total. Consideraba que los edificios no solo debían ser funcionales, sino que también tenían que hablar un lenguaje cultural, social y poético. Desafiaba los límites convencionales de la arquitectura moderna, y esto se refleja en su uso audaz de formas geométricas, materiales industriales y conceptos de ciudad utópica. Era conocido por repensar los espacios habitables, combinando elementos clásicos y modernos.
En esta cita que he elegido de Bofill (2023): «Sabemos construir ciudades, pero hemos olvidado el arte con que se embellecía nuestros centros históricos.», Bofill nos lleva a reflexionar sobre la evolución de la arquitectura urbana y cómo en la modernidad hemos priorizado la funcionalidad y el crecimiento, muchas veces dejando de lado la belleza y el carácter cultural que solían tener los centros históricos. Para él, las ciudades deben ser más que estructuras utilitarias; deberían ser una expresión de arte, donde la estética juega un rol fundamental para hacer que los espacios sean no solo habitables, sino también inspiradores.
La frase también sugiere que en tiempos anteriores existía un equilibrio entre función y forma que parece haberse perdido en la actualidad, especialmente con la proliferación de construcciones estandarizadas o con poco valor estético. En su obra, Bofill intentó restaurar este equilibrio, buscando siempre formas arquitectónicas que no solo fueran eficientes, sino que tuvieran un impacto visual y cultural.
Hoy en día, la necesidad de construir de forma rápida y eficiente ha relegado un poco el enfoque estético a un segundo plano. Sin embargo, existen esfuerzos contemporáneos, como la arquitectura sostenible o la revitalización de espacios públicos, que buscan recuperar la belleza en nuestras ciudades, aunque de maneras diferentes a las tradicionales.
En lugar de replicar estilos históricos, la arquitectura moderna debería encontrar nuevas formas de embellecer las ciudades a través de la innovación en el diseño, el uso de materiales sostenibles y la integración de tecnología y arte en los edificios.
Aunque se haya perdido parte de la ornamentación del pasado, el urbanismo contemporáneo tiene otras prioridades, como la accesibilidad, el respeto por el medio ambiente y la creación de espacios más inclusivos para las personas.
Obras emblemáticas
Algunas de las obras más representativas de Ricardo Bofill que capturan su visión de la arquitectura son:
- La Fábrica (Barcelona, 1975): Su propio taller y hogar, una fábrica de cemento reconvertida. Es un símbolo de su capacidad para reutilizar espacios industriales y transformarlos en obras de arte habitables.
- Walden 7 (Sant Just Desvern, Barcelona, 1975): Un complejo residencial de carácter utópico, inspirado en ideas socialistas y comunitarias. El edificio es un laberinto de formas geométricas, con patios interiores y pasillos laberínticos que fomentan la interacción social.
- Les Espaces d’Abraxas (Noisy-le-Grand, París, 1982): Un monumental conjunto residencial que combina arquitectura postmoderna y clasicismo. La obra es una representación clara de su idea de los «palacios para el pueblo», donde el diseño monumental estaba al servicio de las clases populares.
PA2- Reflexiones: Quiero ser arquitecto_Campo Baeza
En su obra «Quiero ser arquitecto» , Alberto Campo Baeza hace una comparación muy interesante entre la arquitectura y el acto de subir y bajar escaleras. Explica que, al igual que subir escaleras de dos en dos escalones puede ser eficiente, hay aspectos de la vida y de la arquitectura que requieren avanzar con cuidado y paciencia, como bajar las escaleras con calma. Esto refleja perfectamente la idea de que, en la arquitectura, aunque el estudio y la formación puedan acelerarse con esfuerzo, el proceso de proyectar y construir debe llevarse a cabo con tiempo y dedicación. No se trata solo de crear edificios, sino de hacerlo bien, de tal forma que el resultado sea duradero, funcional y estéticamente bello.
Lo que más me llama la atención de su reflexión es cómo resalta que la arquitectura no es únicamente técnica, sino también un arte que debe emocionarnos y hacernos soñar. Campo Baeza subraya que los arquitectos no solo construyen edificios, sino también ideas y sueños. La creación de espacios debe tener el poder de conmover a quienes los habitan o los visitan. En este sentido, me parece muy acertada su comparación con la poesía, donde las palabras, colocadas en el orden adecuado, generan emociones.
Un aspecto importante de su texto es la importancia que marca al estudio constante y a la formación integral. Recomienda a los futuros arquitectos no solo dibujar, sino también leer, escribir, pensar y escuchar música, actividades que, según él, enriquecen la sensibilidad y capacidad creativa del arquitecto. Este enfoque me parece basico, ya que hoy en día, con la rapidez de los avances tecnológicos y constructivos, puede ser fácil perder de vista la parte humanística y artística de la arquitectura.
En mi opinión, Campo Baeza plantea un enfoque muy equilibrado de lo que significa ser arquitecto. La arquitectura, según él, no puede ser solo un ejercicio técnico, sino que debe ser una forma de arte que responda a las necesidades funcionales y emocionales de las personas. Me identifico con su insistencia en que los edificios no solo deben cumplir su propósito, sino también inspirar y provocar emociones. Al final, la verdadera arquitectura, como dice Campo Baeza, no es solo una construcción, sino la materialización de sueños.
PA2- Reflexiones: Bibliografía y webgrafía:
-Bofill, R. (13 de Enero de 2023). Un año sin Ricardo Bofill: “Un arquitecto no es Dios, aun cuando Dios, a veces, tome prestado de él metafóricamente su arte”. AD. https://www.revistaad.es/arquitectura/articulos/alma-nomada-ricardo-bofill#:~:text=la%20propia%20b%C3%BAsqueda%3F-,Un%20arquitecto%20no%20es%20Dios%2C%20au)n%20cuando%20Dios%2C%20a%20veces,conocer%20para%20poder%20asumirlas%20mejor
-Fernández, L. (16 de Febrero de 2022). El carisma creativo: Ricardo Bofill Levi, 1939-2022. AV. https://arquitecturaviva.com/articulos/el-carisma-creativo
-Naranjo, M. (2023). Coderch [In-Between] Bofill (1960-1980). (TFM). Universidad Politécnica de Madrid.